
En la noche de los barrios, los rituales iniciales se cumplieron a raja tabla. Primero, en el escenario CTI, Jóvenes Pordioseros; luego, un rato después, Pier tomaba la posta en el escenario principal. Desde temprano, las improvisadas hinchadas resaltaban la importancia de la reunión. A partir de esa necesidad recurrente, las banderas fueron ganando espacio y los cantitos se fueron multiplicando.
Pasaditas las cinco de la tarde, Toti y compañía salieron a romper el hielo. De inmediato, los rezagados corrieron a tomar posición. Los tempraneros sólo tuvieron que apretar las marcas y no permitir el sobrepaso, Mientras tanto, Los jóvenes arrancaban con mucha fuerza de la mano de sus canciones más difundidas. Al mismo tiempo, durante esos primeros segundos, Toti revisaba las estructuras tubulares del escenario. Claro, tenía un plan. El mismo sería revelado minutos después. Sus majestades satánicas presentes cuando, junto a Felipe Barrozo de Intoxicados, los acordes de Satisfacción brotaban de la guitarra de Pedi y la primera mitad que se extinguía. Delatando el cierre, Toti decide cumplir el presagio. Entonces, la escalada se volvió inevitable. Hijo del oeste y Descontrolado fueron las últimas y los pordioseros redondeaban una muy buena presentación.
Casi sin perder tiempo, Pier iniciaba su show en el escenario principal. La gran familia Cerezo pisaba la plataforma por primera vez y, apurados, los presentes volvían a buscar refugio. La Reina del Placer, Jaque Mate y A filo de Peligro fueron las más aplaudidas y la noche comenzaba a mostrar sus sombras más profundas.
Así se consumieron las primeras horas del día 3. Mucho pañuelo en la garganta, mucho agite y bastante rock and roll. Tantos los Jóvenes pordioseros como Pier, cumplieron las expectativas con creces. Sin embargo, la noche recién despertaba y, seguramente, lo mejor estaba por venir.
Pasaditas las cinco de la tarde, Toti y compañía salieron a romper el hielo. De inmediato, los rezagados corrieron a tomar posición. Los tempraneros sólo tuvieron que apretar las marcas y no permitir el sobrepaso, Mientras tanto, Los jóvenes arrancaban con mucha fuerza de la mano de sus canciones más difundidas. Al mismo tiempo, durante esos primeros segundos, Toti revisaba las estructuras tubulares del escenario. Claro, tenía un plan. El mismo sería revelado minutos después. Sus majestades satánicas presentes cuando, junto a Felipe Barrozo de Intoxicados, los acordes de Satisfacción brotaban de la guitarra de Pedi y la primera mitad que se extinguía. Delatando el cierre, Toti decide cumplir el presagio. Entonces, la escalada se volvió inevitable. Hijo del oeste y Descontrolado fueron las últimas y los pordioseros redondeaban una muy buena presentación.
Casi sin perder tiempo, Pier iniciaba su show en el escenario principal. La gran familia Cerezo pisaba la plataforma por primera vez y, apurados, los presentes volvían a buscar refugio. La Reina del Placer, Jaque Mate y A filo de Peligro fueron las más aplaudidas y la noche comenzaba a mostrar sus sombras más profundas.
Así se consumieron las primeras horas del día 3. Mucho pañuelo en la garganta, mucho agite y bastante rock and roll. Tantos los Jóvenes pordioseros como Pier, cumplieron las expectativas con creces. Sin embargo, la noche recién despertaba y, seguramente, lo mejor estaba por venir.
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